Recuerdo la primera vez que caté Reserva Real de Bodegas Torres.
Fue en una serie de 20 vinos tintos catados a ciegas para la Guía Gourmets de Vinos, con la que estuve colaborando durante casi 10 años. Creo que fue por el año 2003. Me impactó. No tenía ni idea de qué vino se trataba pero estaba segura de que lo iba a recordar durante muchos años. Era la primera vez que probaba Reserva Real. Un espectáculo operístico.
Cuando tuve oportunidad de visitar Bodegas Torres me preguntaron cuál de todas las fincas me gustaría conocer. No dudé, aunque no fue la única. En cualquier caso, toda la riqueza que tiene esta gran bodega no se aprecia ni en uno ni dos días. Tampoco dudé en acudir a la invitación de la bodega para hacer una cata vertical de Reserva Real, y con Mireia Torres, un lujo. Casi 10 años después recordé ese momento. Y os aseguro que tras la cata se ha reforzado.
Reserva Real nació bajo la idea de hacer un vino estilo bordelés. Vinos que fueran largos, profundos y con mucha vida. Una ermita románica del siglo XII da la bienvenida a este lugar tan especial. Las cuatro hectáreas de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot de la finca de Santa Margarita de Agulladolç en el Penedès Superior, están situadas a 400 metros de altitud. En general, son suelos pedregosos, oscuros que retienen moderadamente el agua. Hay suelos de pizarra oscura, más graníticos y en parte bastante profundos. Y otro tipo de suelos muy pobres que corresponde a una parte de la finca que es atravesada por una falla volcánica. En estos dos tipos de suelos está plantado el Cabernet Sauvignon y Merlot. El Cabernet Franc se sitúa a 250 metros en una zona más granítica. Tres variedades que se complementan. El porcentaje más alto siempre es Cabernet, personalidad y potencia, junto con el volumen y fruta de la Merlot, y la acidez y peculiares aromas de Cabernet Franc. Del Reserva Real se elaboran una media de 6.000 botellas solo en años excepcionales.
Lo que catamos
Reserva Real 2009
Año cálido. Aún en botella.
Empezamos por el que será el próximo Reserva Real. La primera impresión en nariz es deslumbrante, enamora desde el primer momento. Todo el carácter e impronta de este gran vino y gran casa.
Reserva Real 2005
Año muy seco.
Impresionante nariz, mediterráneo austero, muy especiado, largo y con mucho carácter.
Reserva Real 2002
Año de muchas lluvias y temperaturas bajas.
Demostración de cómo el vino se va puliendo. Frutas más maduras. Mantiene las características notas balsámicas pero con otro carácter mediterráneo de pronunciadas hierbas aromáticas.
Reserva Real 2000.
Añada de temperaturas moderadas, poca lluvia y contraste térmico.
Vino de finura extrema y delicadísimos aromas. Un olor entre algodones. De una estructura frágil y férrea a la vez que conmueve.
Reserva Real 1998
Fue la primera añada en salir al mercado. Aún mantiene en nariz toda la delicadeza de sus aromas. Una delicia comprobar qué bien sienta el paso del tiempo a los grandes vinos.
Acabamos la cata con un gran Gran Muralles 2007 y un excepcional 2001.
Otro vino de finca, otra historia por contar.
