El carajilllo

Hace unos meses se ha relanzado el carajillo con una campaña de marketing a través de una de las marcas de brandy español más conocido, Magno (Grupo Osborne). ¿Y cómo lo han hecho? A través de la Ruta del Carajillo. En ella han participado más de 200 locales de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia, sirviéndolo con una receta tradicional e intentado que gente más joven conozca y pruebe esta bebida. No sé si se convertirá en una bebida chic, pero de lo que no hay duda es que la imagen anticuada y algo casposa del carajillo asociada a tabernas, las primeras horas de la mañana y bebedores talluditos, no beneficia en nada al carajillo. Una bebida anquilosada en el pasado.

 

Pasaporte carajillo foto-por-cristinaalcala
Pasaporte carajillo

Y es que el carajillo no es “café con gotas”, como dicen en Galicia. Es una cosa algo más seria. Vaya por delante que me gusta el carajillo y, aunque no lo suelo tomar muy a menudo, sí me gusta que lo preparen bien. Un poco de dignidad para esta bebida tan nuestra. Entre un mal café, un brandy peleón y un camarero sin paciencia no hay quien se tome esa mezcla que ponen en los bares.

Cierto que el origen del carajillo va ligado casi a la necesidad de tomar una bebida reconstituyente. Unas teorías sitúan su procedencia en la Cuba del XIX, cuando los soldados españoles tomaban café con brandy de Jerez para ponerse a tono antes de la batalla, o sea, para que le entrase “corajillo”. Y de ahí derivó a carajillo. Otros dicen que su origen está en Cataluña, cuando los trabajadores mezclaban café y copa; otros que en Valencia, donde quemaban el brandy para poder bebérselo y luego añadían limón o canela. Más allá del origen del carajillo, lo cierto es que es una bebida caliente de larga tradición y no solo en España. ¿Por qué no un cóctel de café?.

En Europa hay mucha tradición de bebidas calientes y en muchos países se beben preparaciones parecidas. Con café, y con vino también. Aunque esta es otra historia. Pero para historia la del grog, la bebida de la marina inglesa. Ron con agua caliente azucarada y algún aromatizante. Dicen que el origen viene de la historia del almirante Edward Vernon, quien dio orden a sus tropas de rebajar las raciones diarias de ron con agua. Y es que para entrar en batalla hay que estar un poco puesto, pero no tanto. Pero para mi el grog es la bebida de los piratas, los bucaneros, corsarios… Y del capitán Silver de la maravillosa novela “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson (1883).

Todo esto lo cuento porque la semana pasada, en mi sección de vinos del programa «Esto me suena» de Radio Nacional de España hablamos sobre el carajillo y sus historias.

Si quieres escuchar el programa te dejo el podcast.

El carajillo en Radio Nacional

 

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