Ubicada en Astigarraga, Astarbe es una de las sidrerías más antiguas de Gipuzkoa. Está dirigida desde 1.563 por una misma saga familiar y su compromiso con la tradición y la cultura vasca sidrera es patente y sincera.
Astarbe es uno de los colaboradores del increíble y maravilloso proyecto de la construcción del ballenero San Juan de La Factoría Marítima Vasca Albaola, en Pasaia. Participaron en la expedición “Tras las huellas de los balleneros vascos en Terranova y Labrador”. Durante ocho días, la 15ª generación sidrera navegó, dando la vuelta a la isla de Terranova, emulando a sus antepasados. Una vinculación con el pasado que es símbolo de la recuperación de una memoria no sólo perdida sino desconocida.
La historia comenzó en 1596
Aquel año, Tomás de Tafalla de Mendiola dejó en herencia el caserío a su hermana Isabel, embarcándose en la captura de ballenas por los barcos balleneros vascos, pionero en su tiempo en la navegación de largas travesías. Hoy son Hur y Mikel Astarbe quienes están al frente del caserío Mendiola y rinden tributo a sus ancestros. Y lo hacen como ellos mejor saben: elaborando estupendas sidras y espumosos en una sidrería donde el buen comer también refleja su compromiso con el producto local.
Apuestan por mantener la tradición y el legado familiar. Dos manzanas locales, catalogadas como autóctonas, llevan el nombre de la sidrería y del caserío: Astarbe y Mendiola. Dos tipos de manzanas que son, junto con otras variedades, las protagonistas de sus espléndidas sidras.
Después de una década invirtiendo en I+D e innovación de producto, comenzaron a producir dos sidras espumosas: ByHur y By Hur 24. Están elaboradas con el método tradicional de segunda fermentación en botella y tienen, respectivamente, 12 y 24 meses de crianza antes del degüelle. Acidez y amargor en equilibrio, explosión de aromas y sorprendente paladar. En su estilo, poco se parecen a lo que he probado hasta ahora.
Su inquietud y mirada puesta en el futuro les ha llevado también a investigar en el cultivo de la manzana con nuevas plantaciones. Su objetivo es conocer mejor las características de cada fruta y sus mezclas. Un trabajo que marca un punto y aparte en la sidra vasca Euskal Sagardoa.
Además, y por si todo esto fuera poco, desarrollan SagarArte, un proyecto artístico-cultural con artistas jóvenes.
Firme apuesta por la sidra de calidad, la tierra, el producto y la cultura sidrera de raíces.
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«Manzanas, ballenas y bertsolaris. Una historia de txotxeros y kupelas»
