Entrevista a la escritora Virginia Yagüe

“En mi experiencia las mujeres son interesantes

y profundamente solidarias”

Ella se reconoce escritora, contadora de historias, y por este motivo en las series de televisión o en las películas que ha escrito nos ha regalado relatos que nos han puesto el alma en la garganta. Sus protagonistas casi siempre son mujeres, que nos dejan sin aliento. Y ellas, fuertes, valientes e intuitivas nos demuestran, que en cualquier momento histórico, aunque silenciadas,  tienen mucho que decir.

¿Por qué La Última princesa del Pacífico y por qué este tema tan poco conocido y olvidado? 

Era una tierra desconocida y exótica que sin embargo había sido colonia española durante siglos. Hablar de Filipinas era remitirme al año del Gran Desastre, es decir a ese 1898 en el que España pierde todas sus colonias, entre ellas Filipinas. Ese final del XIX nos sitúa en una época histórica fascinante; el final de los patrones decimonónicos y la llegada de un nuevo siglo donde todo va a cambiar a una velocidad vertiginosa. Me resultaba especialmente atractivo enfrentar a los personajes al desconcierto de una época de cambios, en la colonia más lejana y exuberante. Eran los mimbres perfectos para contar una gran historia.

¿Por qué siempre son mujeres las protagonistas de tus historias? 

Me encuentro cómoda narrando la vida de las mujeres, sobre todo cuando históricamente hablamos de pioneras. Los narradores valoramos especialmente el conflicto porque garantiza la progresión de nuestras historias. En el caso de mujeres en una época histórica pasada contamos con su papel para reivindicar derechos e iniciar su camino como sujetos sociales, con lo que contamos con la garantía de ese conflicto. Lo lógico es elegirlas como protagonistas.

En determinadas épocas históricas las mujeres se crecen y dimensionan de una forma sustancial. Son pioneras y abren camino para lo que demuestran su valentía al hacerlo.

LaUltimaPrincesaPacifico

Es difícil pasar de guionista a escritora, ¿cómo lo haces? 

Soy escritora. Y en esa definición entra mi faceta de guionista. El relato es mi vocación, ya sea para una narrativa clásica o para el audiovisual, cine o televisión. Son técnicas distintas, ni peores, ni mejores. Simplemente exigen dominios distintos y dedicaciones particulares para cada registro.

¿La valentía es un rasgo femenino olvidado y de alguna manera intentas hacernos ver que en la historia siempre hay una mujer detrás de unos hechos valerosos?

La mujer me parece valiente y decidida en esencia. En este sentido he de decir que  creo que ha sido injustamente tratada por los textos donde se ha hecho prevalecer la acción del hombre relegando a las mujeres a receptoras pasivas de esa acción. Bien, quizás ha llegado el momento de reivindicar otro espacio para la acción de la mujer, más real, más digno y también más cercano a lo que vivimos cada día como nuestra propia experiencia. Esto no significa retratar a mujeres perfectas pero sí activas. Me atrae especialmente hablar de la solidaridad entre mujeres desde nuestro propio punto de vista. De alguna manera me gustaría desmontar ese mito injusto que dice que las mujeres somos terribles entre nosotras. En mi experiencia las mujeres son interesantes y profundamente solidarias. Y encuentro pocas historias que las retraten.

Carlota de la Fuente, la protagonista de tu historia, es una mujer que no teme a nada y se enfrenta a su época y a los convencionalismos de la misa… ¿Qué más nos dirías de ella? 

Es una mujer fuerte y rebelde que hace su propio recorrido vital, que pasa de la ingenuidad a la madurez en una época complicada, en medio de una guerra que cambiará la tierra en la que ha nacido y el panorama general que rodea el mundo. Es una mujer que ha nacido en el final del SXIX y, por tanto, más hija del siglo que viene que del que la vio nacer. Audaz, intuitiva, tendente a la libertad y perfectamente imperfecta. Un personaje en una frontera vital e histórica tratando de encontrar su verdadera entidad y su espacio en el mundo.

Virginia Yagüe
Virginia Yagüe

Me imagino que has hecho una ardua labor de investigación de Filipinas… me gustaría que nos descubrieras algún manjar gastronómico que hayas descubierto allí mientras te documentabas. 

El “sinigang” (cocido) con cerdo y tamarindo. Y el “lechón”, que es asado en general y por supuesto el “adobo” acompañado de todo tipo de frutas frescas.

¿Cuándo esta novela llegará al cine, o la ves más como una serie? 

Creo que La última princesa del Pacífico tendría una buena adaptación a TV. Tiene una sugerencia visual y un ritmo que la hacen apetecible para ser adaptada al medio. Una historia con garantía de ritmo, giros y tensión.

¿Y tu siguiente proyecto literario, o como guionista?

Tengo varios proyectos sobre la mesa. Por supuesto la historia de La última princesa del Pacífico queda en un punto muy apetitoso para abordar una segunda parte, con una Carlota plena y madura en ese fascinante inicio del siglo XX.  Hay otra historia que me parece fascinante, el recorrido de un hombre que debe encontrarse así mismo, superando una infancia traumática tras el final de la II Guerra Mundial hasta nuestros días, una suerte de historia épica y vital basada en alguien muy cercano. En Televisión varios nuevos proyectos para iniciar con fuerza el 2015. El más inmediato se estrena este 15 de diciembre en TVE1: Prim. El asesinato de la calle del Turco.

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