Curiosas marcas de vinos

Algunas marcas de vinos sorprenden por la elección del nombre: atrevidas, chocantes, rompedoras…

La idea para hacer la sección de vinos de «Esto me suena» de RNE dedicado a algunas de las marcas más llamativas surgió cuando una seguidora de Facebook  me preguntó que si conocía un vino llamado El Follador. Imaginaos los comentarios en el muro, y además eran los días previos a San Valentín. Así que decidí comprometerme a dedicar una próxima sección a este tema.

Nombres «raros» existen, y sí,  El Follador también. Es un espumoso italiano y su nombre viene del bodeguero fundador, Giovanni Follador. Si seguimos por esa línea encontramos bastantes, la verdad. Cojón de Gato es el nombre de un vino de la DO Somontano. En realidad, hace referencia una variedad de uva local y que se utiliza en una pequeña proporción para elaborar este vino. Tetas de la Sacristana es otro nombre llamativo de un vino de las Alpujarras almerienses elaborado por Vinos de Fondón. El nombre viene de un paraje de la zona donde está ubicada la bodegas. Ay, esos pensamientos…

 

Vino Paco&Lola

 

Paco&Lola de la DO Rías Baixas, con su look de lunares e impactante marketing del vino llamó mucho la atención cuando salió hace años a mercado, y suscitó críticas también por mentes más bien tradicionales. Hoy en día es un vino que ha logrado posicionarse muy bien en el mercado. A su estela  surgieron, y se atrevieron, a hacer los mismo otros vinos de la zona. Hace pocos meses salió un vino blanco de la misma variedad Albariño de nombre Con un par, de Bodegas Vicente Gandía. Imagen azul chillona con la silueta de dos tacones de aguja. En su contraetiqueta dice, “se puede tomar con un par de amigos o un par de ostras”.

Otra moda reciente es utilizar nombres de marcas en inglés, algo que hace unos años era inusual: Beautiful Things de Bodegas Paco García, You&Me, White etc. Bodegas Copaboca se atreve con un vino de nombre Abrebocas de domingo (especial para paellas, dice) y Gorgorito, dos blancos de la zona de  Rueda.

Muchos de estos vinos, a pesar de que puediese suscitar alguna duda su calidad por la relación directa con el nombre, no tiene nada que ver esta conexión. Es más, algunos de ellos son estupendos. Pero además del nombre, algunos tienen una historia detrás interesante. Este es el caso de Gallinas & Focas. Un Vino de la Tierra de Mallorca de la bodega 4 Kilos Vinícola en colaboración con amadip.esmet (organización para personas con discapacidad intelectual) donde han participado de manera directa en la elaboración del vino. Una vez acabado el proyecto les preguntaron qué nombre le pondrían, ellos respondieron “gallinas y focas, porque las gallinas son divertidas y las focas aplauden”. Ellos mismos se encargaron de pintar la etiqueta.

 

Imagen del vino Gallinas&Focas

 

Para acabar, y como en las bodas, un nombre que suena a fin de fiesta, Paquito El Chocolatero de Celler La Muntaya de Alicante. Detrás de este nombre se esconde también una historia. En el vino ha participado Gustavo Pascual, hijo del autor del pasodoble. La bodega está trabajando en el proyecto microviña donde pueden participar terceras personas en recuperan minifundios de viñedos tradicionales como valor cultural y social de la zona de Alicante. Y eso fue lo que hizo Gustavo Pascual, y para homenajear a su padre, le puso el nombre de su famosa composción. Por cierto, ambos muy recomendables.

 

Vino Paquito el Chocolatero

 

Podríamos acabar con vinos como El Predicador, El Perro Verde, El Transistor, K-Naia, Lapena, Erre Punto, El Arte de Vivir…Pero eso ya será otro programa.

 

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