¡A subasta!

¿Qué tienen en común un cuadro de Antoni Tàpies, una acuarela de Francis Picabia, un comedor estilo victoriano, unos jarrones de la dinastía Quing y un cognac? Pues que todos se subastan.

Esperando la cola de turno en una de las oficinas de Bankia, me entretenía leyendo la publicidad de sus hipotecas, seguros, fondos de inversión etc., y analizando los regalos y ventajas de abrir una cuenta en sus oficinas. Eso fue antes de que saltase el escándalo de la entidad financiera. Hace tiempo que no he vuelto a pasar por aquella oficina, entre otras cosas, porque ya la han cerrado.

Me llamó la atención un pequeño folleto que tenían, el que podéis ver el la foto. Como la interminable espera se hacía desesperante, comencé a leerlo sintiendo interés por los objetos que presentaban. Todos ellos salían a subasta días después. Entre ellos, me llamó la atención una botella de Grande Champagne Cognac Remy Martin “Louis XIII. Tres Vielle”. Antes de 1936, decía en el folleto. En botella de cristal St. Louis marcada en la base, señalaba el texto. Precio de salida: 22.000 euros. Un detalle, ¿por qué antes de 1936? Porque fue el año en que se reconoció oficialmente la denominación de origen.

 

Detalle del folleto foto-por-cristina-alcala
Detalle del folleto

 

Es sabido que es una de las bebidas más preciadas de la casa Remy Martin, su edición limitada de botellas, su exclusividad por calidad y precio, su secretismo en la elaboración. Solo aptos para paladares con sustanciosos bolsillos. En fin, uno de los cognac más caros del mundo.

Y así, mientras aguardaba mi turno, pensaba en la historia de las bebidas. Ya sea vino, destilado o cualquier otro. El alcance que han tenido y siguen teniendo las bebidas alcohólicas y en el valor histórico que una botella puede suponer para un coleccionista. Porque ciertas bebidas, al igual que un lienzo o una pieza de diseño, son objeto de deseo, es decir, son puestos en valor, los sitúan en el mismo nivel. ¿Por qué no? Porque más allá de su contenido y continente, y en este caso más allá del escaso interés popular que hoy día se muestra por bebidas como el cognac -o el brandy en el caso de España- siguen existiendo un mercado, elitista sin duda, consciente del interés que una botella como esta puede suscitar.

La casa de subasta explicaba de esta manera el objeto que sacaban a la venta.

“La botella es una réplica exacta de un frasco descubierto en 1850 en el sitio donde tuvo lugar la batalla de Jarnac en 1569 durante las guerras de religión entre católicos dirigidos por el duque de Anjou y protestantes al mando del Príncipe de Condé. En 1850 Paul Emile Remy Martin adquirió la botella a un vendimiador que accidentalmente la había encontrado, junto a dos pistolas en el antiguo campo de batalla. Monsieur Remy Martin hizo copiar el frasco para envasar sus cognacs mas elitistas. Esta botella original fue donada al Museo de Cluny. Hasta 1920 las botellas que se hacían eran bastante toscas por lo que la casa Remy Martin confió su fabricación a la famosa fábrica de cristales St. Louis, que creó un verdadero objeto de arte de gran clase. La forma y la decoración de la garrafa denota la influencia del renacimiento italiano que los Valois introdujeron en Francia. Los motivos de flores de lis de la botella podrían hacer alusión tanto a Anjou como a Condé ya que ambos presentan este motivo en sus armas, por lo que no se puede asegurar a quien de los dos perteneció. Desde 1936 la fabricación de la garrafa se encomienda a la casa Baccarat de Paris. Altura: 20 cm.”

 

La botella de 22.000 euros foto-por-cristina-alcala
La botella de 22.000 euros

 

Hace poco, la casa londinense Spink subastó en Hong Kong una botella de cognac Remy Martín LouisXIII Rare Cask por la cantidad de 183.000 dólares. La botella era una de las 786  provenientes de un barril especial integrado por 1.200 Eaux de Vie desde Grand Champagne.

En fin, no son cifras muy altas comparadas con las que cuesta adquirir un Van Gogh ni un Picasso, ni tan siquiera de Damien Hirst o por la famosa chaqueta roja de Michael Jackson. Ni son noticia para salir en los telediarios nacionales. Pero ahí están.

 

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