Fábrica Moritz de Barcelona

Tenía ganas de conocer la rehabilitación de la antigua fábrica de cerveza Moritz en Barcelona. No solo por el nuevo planteamiento y concepto gastronómico, ni porque fuera un arquitecto como Jean Nouvel quien firmase la obra de un espectacular espacio de 4.500 metros cuadrados cuyas obras han durado años. Sentía curiosidad como una marca de cerveza se planteaba dar un giro empresarial hacia la hostelería y el ocio en una ciudad como Barcelona, y cómo lo hacía retomando como punto de partida una antigua fábrica. Además, acababan de abrir Bar à Vins, un nuevo espacio dedicado al vino.

 

Antiguo cartel publicitario de Moritz foto-por-cristina-alcala
Antiguo cartel publicitario de Moritz

Desde que Louis Moritz Trautmann llegase a Barcelona desde Alsacia en 1851 y abriese la fábrica de cerveza en la Ronda Sant Antoni, hasta ahora, mucho ha cambiado la historia. Y los usos de la fábrica, convertida poco a poco en un espacio donde convivirán elaboración de cerveza, restaurante, cocina, pan, espacios de lectura, eventos y otras muchas que se irán poniendo en marcha, como la futura venta Brompton by Moritz, la mítica bicicleta inglesa personaliza para la marca.

La visita no pudo ir mejor. De la mano de Xavier Ayala, presidente de la Asociació Catalana de Sumillers y encargado del Bar à Vins, recorrí las instalaciones y pude conocer el proyecto que representa Moritz. Además de beber unos magníficos vinos. Xavier ha trabajado en Celler de Can Roca y en el restaurante Moo del Hotel Omm de Barcelona.

 

Espacio Moritz foto-por-cristina-alcala
Espacio Moritz

La carta de vinos es estupenda y las opciones que ofrece para beber por copas espectacular. Más de 50 vinos que -blancos, tintos, cava, champagne, dulces y generosos-, que renuevan a menudo. Desde Vosne-Romanée, Numanthia, Gran Claustro, Cheval Blanc, Pezas da Portela o La Doriane. Como curiosidad, el porrón, símbolo de la casa. Cada vino se puede pedir por varias cantidades: porrón de 30 cl y copa de 10cl, 5 cl, 2 cl y 1 cl. Y también venta directa de todos ellos. Un sistema diseñado por ellos donde se pesa cada copa según la cantidad deseada y con la que conservan perfectamente los vinos abiertos. Para acompañarlos, una charcutería de calidad y muchos propuestas gastronómicas, incluida rutas de maridajes, una serie de armonías diseñadas por el equipo de sumilleres y otras clásicas. El espacio de Bar à Vins es pequeño, así que conviene reservar si quieres ocupar una de las pocas mesas del local anexo a la cervecería.

Sin duda, merece una visita. Y para abrir boca, aquí te dejo algunas imágenes del local.

 

Sala de la cervecería foto-cristina-alcala
Parte de la sala de la cervecería
Decoración con carteles publicitarios de Moritz foto-por cristina-alcala
Decoración con carteles publicitarios de Moritz
Cocina del restaurante foto-cristina-alcala
Cocina del restaurante
Servicio del vino con su sistema exclusivo foto-cristina-alcala
Servicio del vino con su sistema exclusivo
Pesando el vino foto-cristina-alcala
Pesando el vino
Cada vino con su ficha foto-cristina-alcala
Cada vino con su ficha
El porrón foto-cristina-alcala
El porrón
Riquísima la charcutería foto-cristina-alcala
Riquísima la charcutería

 

 

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