Aterrizo en Zagreb un día soleado. A la persona que me lleva al hotel le comento en inglés el buen tiempo que hace, por aquello de entablar mi primera conversación. No me responde. Al cabo de unos segundos señala con el dedo la radio del coche, no entiendo nada, más tarde me doy cuenta de que el estribillo de la canción dice beatiful day. Este detalle refleja un poco el carácter de los croatas que luego conoceré durante mi estancia, amables, atentos y siempre dispuestos a ayudarte.
El Hotel Esplanade, de estilo art decó y construido para los pasajeros del Orient Express que hacían escala en la preciosa estación de tren de Zagreb, será el lugar donde me aloje durante la semana que estaré visitando la región norte de Croacia, además de asistir a la séptima edición de Vinocom, uno de los festivales de vino y gastronomía más importantes. Mi amigo Željiko Suhadolnik me ha invitado a conocer su país. Unos días muy intensos donde probaré más de 200 vinos croatas, el número exacto creo que no lo sabré nunca. Este fue mi periplo por la región vitícola continental de Croacia, zonas y bodegas que conocí. Una pequeña guía para conocer las bodegas más representativas de esta región.

Empieza el viaje
El primer contacto con el vino croato lo tuve en el recomendable Restaurante Vinodol de Zagreb, buena cocina croata (la crema de calabaza con verduras amargas, muy rica) acompañada con un espumoso Tomac Milenium -30% Chardonnay y otras mezclas- , Korak Sauvignon Blanc, Kortakahar Plavac mali y Dignač 2007. Al día siguiente voy a un hotel rural donde siete productores nos esperan con sus vinos de Sveti Ivan Zelina, pequeña región situada a 40 km de Zagreb. Riesling frescos, curiosos Sauvignon Blanc, Muscat, Zweigelt, Pinot Sivi, Chardonnay, Kerner, espumosos de Kraljevina, vinos de Graševina, Pinot Gris e Incrocio Manzoni de las bodegas Ljubekon Gas, Kos Jurišić, Smr Dnić, Eko Vino Ćegec (vinos ecológicos y biodinámicos), Vina Kos y Puhelek Purek.

Desde allí vamos a visitar la bodega bodinámica Bolfan Vinski y a conocer a otros pequeños productores locales: Safran y Vinarisa Mežnarić. Muy cerca se encuentra la zona de Međimurje -entre dos ríos- y Kaprina, su capital. La uvas más significativas son Pušipel (Furmit o Moslavac), Sauvignon Blanc, Graševina, Silvanac/Sylvaner, Mušcat Zuti (Moscatel Amarillo), Traminer (Gewurtraminer) y varias de la familia de los Pinot, gris, blanc y noir. Como atractivo turístico, el Museo del Neaderthal y la casa donde nació Tito, con vino incluido. Los productores más importantes en la zona son Lovrek, Posavec, Jambršić, y una variedad singular, la Sokol (significa halcón), dulce y amarga a la vez, que ya producían los monjes y de la que quedan muy pocas hectáreas. Zagorje es otra región significativa y la bodega Vuglec Breg, Petrać y Bodren, que con solo dos hectátreas produce exclusivamente vinos dulces, son las más importantes.
Kutina es la capital de la región de Moslavina y la uva blanca Škrlet el estandarte que los diferencia. Algunas de las bodegas productoras: Kašner, Floriajanovic, Trdenić, Mikša, Miklaužić, Cvanciger, Jaram y Kosovec.
En general, predominan los vinos blancos sobre los tintos y una pequeña producción de espumosos. Algunos de marcada acidez, muchos con azúcar residual (algo habitual en la zona) que combinados dan lugar a variados estilos de vinos.






