Muchas veces pasa que te encuentras vinos casi por casualidad y en circunstancias inesperadas. Este es uno de esos casos. Fue en el evento Vinhoy celebrado el pasado otoño. Ya al final de la tarde, de retirada después de un día no precisamente relajado, caté sus vinos. Y aunque las circunstancias no eran las ideales, me dejaron una muy grata impresión. Y no solo los vinos, los bodegueros también.
Su historia comienza con la familia García Pablo, un matrimonio de viticultores riojanos que hasta el año 2000 vendía las uvas de sus 40 hectáreas a bodegas y cooperativas de la zona. Fue en ese momento cuando decidieron construir su propia bodega, un año más tarde ya elaboraban en ella bajo la marca Garblo en Murillo de Río Leza (La Rioja). Francisco, su hijo mayor se encargaba de la elaboración, mientras Juan Bautista, el pequeño, se formaba como ingeniero agrícola en Zaragoza. Ese mismo año, el primogénito fallece en accidente de tráfico y Juan regresa a su casa para convertirse en agricultor, a la vez que no deja de formarse estudiando cursos de enología, y gestionar la bodega. “Trabajé muy duro en el campo y en la bodega para descubrir mi camino y vivir mi pasión, forjada en los viñedos de la familia junto a su hermano y su padre. Trabajos recordados con añoranza”, cuenta Juan Bautista. “Quería encontrar un vino que me gustara y que gustara a los consumidores”, esa era su obsesión, cómo hacer llegar el vino a una nueva generación y a los no consumidores.
Estudió el gusto de sus amigos, formaba grupos de cata con ellos hasta que decidió que su proyecto se llamaría Paco García y diseñó la imagen de marca. Esto ocurría en el año 2008. “Tenía que hacer algo diferencial, vinos más modernos, afrutados y golosos al paladar, con una imagen más llamativa y, sobre todo, que gustasen a los jóvenes para que disfrutasen del mundo del vino”.
La mano de la etiqueta es la Paco García, un homenaje a padre y hermano mayor, “a sus hechos y decisiones que un buen día les llevaron a construir una bodega, y que representa el duro trabajo del campo”. Pero la historia no acaba aquí. Chico conoce a chica, y así en el año 2010, su pareja, Ana Fernández Bengoa, se incorpora al proyecto con la experiencia en departamentos de exportación de varias bodegas. Juntos, lanzaron este proyecto el pasado invierno. Vinos de buena calidad y precio.
Paco García Crianza 2008
90% Tempranillo, 10% Garnacha
12 meses barrica francesa de 2º año
pvp: 10 euros
Paco García Seis 2010
100% Tempranillo
Seis meses en barrica seminueva
pvp: 7,50 euros
Paco García Beautiful Things 2008
90% Tempranillo, 10% Graciano
16 meses en barrica nueva
3.500 botellas
pvp: 30 euros