¿Quién no tiene un lugar para perderse? ¿Un rincón al que siempre quiere volver?
Yo tengo varios, y uno de ellos es Lanzarote. Pero como en nuestra mente funciona más la idea del viaje, que las posibilidades prácticas de viajar, a veces me conformo con saborearlo. Así que, la pasada semana, aprovechando el Salón Gourmets de Madrid, estuve con mis amigos de Lanzarote.
Las bodegas de Lanzarote El Grifo, Rubicón y Los Bermejos representan el potencial vitivinícola de la isla en cuanto a variedad de estilos de vinos como en calidad. Una punta de lanza visible detrás de la que se esconden pequeñas bodegas de limitada producción con el cartel de “todo vendido” en algunas añadas. Una buena excusa para viajar, conocer y disfrutar de sus vinos a pie de volcán en la espectacular La Geria, un paisaje cautivador.
Pero lo interesante es que, a pesar de que su producción no es comparable en volumen a otras denominaciones de origen, su esfuerzo por promocionar y proyectar una imagen de calidad de sus vinos supera a muchas de ellas. Con esta filosofía llevan unos cuantos años. De hecho, Lanzarote fue pionera en adherirse a la marca Saborea España, de la que es socio fundador. Una marca que engloba destinos gastronómicos de calidad vinculando el turismo con los productos locales y el desarrollo sostenible. Saborea Lanzarote apuesta por la enogastronomía como elemento diferenciador.
Y hablando de productos locales, tuve la ocasión de probar alguno que desconocía. Una interesante, y rica, mermelada de batata y mojo de José Nieves Carballo, un pequeño elaborador de Tinajo que ha empezado a comercializarlo este año. Sabores dulces y ligeramente picantes en buena armonía; acompañamiento para los cocina tradicional de la isla.
La batata es uno de los cultivos más importantes de Lanzarote. Sobre terrenos de jable, arena de origen marino que cubre parte del territorio de la isla, crece esta tubérculo dulce y muy nutritivo (rica en antioxidantes, potasio, sodio, vitamina C y caroteno). La particularidad del jable es su potencial de retener y condensar la humedad favoreciendo el crecimiento de la planta al actuar como aislante térmico, además de protegerla de enfermedades, el sol y las malas hierbas. Batata blanca o conejera, batata de Lanzarote o colorada y batata yema de huevo, fáciles de diferenciar por sus distintas tonalidades, son las principales de Lanzarote.
La papa, también cultivada en terrenos arenosos, y el queso de cabra son dos de los productos gastronómico más versátiles de la cocina de Lanzarote. Y de leche 100% de cabra descubrí los cremosos yogures Prolasa.
Las queserías artesanales tienen una larga tradición en la isla, forman parte de su gastronomía en todas sus versiones frescos, curados o semicurados, y con el que los cocineros de Lanzarote trabajan en sus platos. Lo mismo que con sus pescados, legumbres, verduras….
Creo que voy a tener que volver pronto a Lanzarote.
Por si estás pensando en ir…
Comer, beber y dormir en Lanzarote
