En Vaud se encuentran los viñedos de Lavaux, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
Vaud es la región de la chasselas y la segunda comarca vitícola más importante en extensión de viñedo, después de Valais. Representa el 26% de la superficie total de Suiza , el 65% de su producción es vino blanco de chasselas y producen 30 millones de litros.
La superficie de viñedo es de unas 3.800 ha., de las cuales casi 500 son Pinot Noir, la uva tinta más plantada, seguida de la Gamay, Gamaret y Garanoir. Estas dos últimas son dos cruces creados en Suiza por Agroscope, el centro estatal de investigación de la Oficina Federal de Agricultura.
Seis AOC y dos Gran Cru
En el cantón de Vaud conviven seis AOC y dos Gran Cru. Côtes de l´Orbe (170 ha.), Bonvillars (191 ha.), Chabais (590 ha.), La Côte (2.000 ha.), Vully (50 ha.) y Lavaux (760 ha.). En esta última AOC se localizan los Grand Cru de Dézaley (54 ha.) y Calamin (16 ha.), donde es obligatorio que, como mínimo, el 90% de las uvas provengan del paraje delimitado. Al final del post puedes ver un video de los viñedos Gran Cru.
Excepto Côtes de l´Orbe y Bonvillars, situadas más al norte y cercanas al lago Neutâchel, el resto de miran hacia el gran lago Lemán en diversas orientaciones y pendientes. Cada AOC con sus características definidas, paisajes y cultura vitivinícola.
En la región de Aigle (AOC Chablais) empieza el valle del Ródano. Es el caput laci o cabeza del lado. Suelos de aluvión y guijarros abanderados por la chasselas. Su icónico castillo del siglo XV es el emblema de la ciudad, además de museo del vino y el lugar donde se celebra todos los años el Chasselas Worldwide Festival.
Siguiendo la carretera que nos lleva hacia el lago Lemán, cruzamos Villeneuve y llegamos a Montreux y Vevey, dos referencias imprescindibles para visitar. A partir de ahí, los viñedos miran al gran lago. El río Ródano, que cruza Lemán, conecta los Alpes con el mediterráneo en un enclave de ensueño. Recomendable un paseo en barco para admirar el paisaje y territorio de los viñedos más famosos de Suiza.
Los viñedos se extienden por los 26 cantones suizos con marcada diversidad
Los viñedos de Lavaux fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2007. Pendientes con impresionantes muros, perfectos e impecables. Herencia de viñedos plantados por monjes cistercienses sobre suelos graníticos, que se alzan a lo largo de la orilla del maravilloso y tranquilo lago Lemán. Un paisaje inspirador que conserva la quietud del entorno de los Alpes suizos, cuidando el detalle en un equilibrio entre naturaleza sobrecogedora y las construcciones locales.
La huella de la historia de los viñedos suizos está marcada por los monjes borgoñones del siglo VI. Fundaron el monasterio del San Maurice en el cantón de Valais y reglamentaron la viticultura alrededor del lago Lemán. Monasterios y viñas se extendieron por el actual territorio de Suiza.
Entre 1874 y 1907 la filoxera invadió los viñedos suizos. Pasó de tener unas 34.000 hectáreas a 12.500 en el año 1932. Hoy, el empuje del sector vitivinícola en Suiza está en alza. Un consumo interno del 95% de la producción y unos 35 litros por persona y año.
Los viñedos se extienden por los 26 cantones suizos con marcada diversidad. Desde Valais, con sólo 400 mm de precipitaciones anuales y donde en ocasiones es necesario el riego, a Ticino, con 1.600 mm de precipitaciones. Lo mismo ocurre con las horas de sol, que varían desde las 2.000 horas en Ginebra, 2.500 en Valais o las 1.800 de Vaud.
Suiza es un país bastante desconocido que sorprende por su gran diversidad y tradición vitivinícola.